La abdominoplastia extendida es un procedimiento de cirugía plástica diseñado para aquellas personas que presentan exceso de piel y grasa no solo en el abdomen, sino también en los costados (flancos) y, en algunos casos, en la parte baja de la espalda. A diferencia de la abdominoplastia tradicional, esta técnica ofrece una remodelación más amplia, logrando un contorno corporal mucho más definido y armonioso.
Se recomienda especialmente en pacientes que han tenido pérdidas de peso significativas o cambios corporales importantes después del embarazo. Además de mejorar la estética del abdomen, puede reforzar la pared abdominal que provoca que los músculos se encuentren separados, aportando beneficios tanto funcionales como emocionales.
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Uno de los mayores atractivos de este procedimiento es que los resultados son visibles desde las primeras semanas y, con los cuidados adecuados, se mantienen a largo plazo.
Tras la cirugía, el abdomen se observa más plano, firme y uniforme, mientras que los flancos adquieren una definición que realza la cintura. En pacientes con exceso de piel tras una pérdida de peso masiva, la transformación es aún más notoria, ya que la abdominoplastia extendida elimina pliegues molestos y mejora la proporción del torso.
El resultado final ofrece una superficie abdominal más lisa y tonificada. La cicatriz, aunque más larga que en la técnica estándar, se coloca en una posición estratégica que queda oculta bajo la ropa interior o el traje de baño. Los flancos también se benefician con una reducción significativa de piel sobrante, lo que crea una transición más estética entre el abdomen y las caderas.
Más allá de lo físico, este procedimiento tiene un efecto directo en la confianza y comodidad de los pacientes. Al eliminar el exceso de piel, desaparecen también molestias como irritaciones, dificultad para vestirse o incomodidad al realizar actividad física. Esta mejora estética y funcional contribuye a una mayor calidad de vida, autoestima más alta y seguridad en la imagen personal.
La abdominoplastia extendida es una cirugía personalizada que se adapta a las necesidades de cada paciente. Su éxito radica en la combinación de distintas técnicas, todas realizadas con precisión para lograr resultados seguros y estéticamente agradables.
En la abdominoplastia extendida, la incisión suele ir de una cadera a la otra, lo que permite un acceso amplio. El cirujano separa cuidadosamente la piel sobrante y conserva la irrigación sanguínea para evitar complicaciones.
En muchos casos se combina con liposucción, lo que ayuda a refinar la cintura y mejorar la armonía corporal. Al eliminar depósitos de grasa resistentes, los resultados son más definidos y duraderos.
Un paso clave es la plicatura de los músculos rectos abdominales, que tienden a separarse tras embarazos o fluctuaciones de peso. Este refuerzo interno no solo mejora la apariencia del abdomen, sino que también aporta estabilidad, mejor postura y reducción de la flacidez.
La recuperación es un proceso gradual que requiere disciplina y seguimiento médico.
Son indispensables para controlar la inflamación, prevenir la acumulación de líquidos y favorecer la cicatrización. Se recomiendan por al menos 4 semanas, aunque la indicación final depende del cirujano.
El dolor suele ser moderado y se controla con analgésicos recetados. La inflamación disminuye gradualmente, siendo más notoria en las primeras dos semanas. Mantener una buena hidratación y evitar esfuerzos acelera la recuperación.
Es fundamental seguir al pie de la letra las recomendaciones médicas: mantener la zona limpia y seca, cambiar los apósitos según lo indicado y evitar la exposición solar directa. Cualquier signo de infección debe ser consultado de inmediato.
Aunque las cicatrices son inevitables, su evolución depende de varios factores.
Al inicio son más rojas e inflamadas, pero con el tiempo se aclaran y se aplanan. Con cuidados adecuados, pueden volverse discretas después de un año.
El masaje de cicatriz, las láminas de silicona y el uso de bloqueador solar son estrategias muy recomendadas. En casos complejos, se pueden emplear láser o inyecciones médicas.
Mantener un peso estable es clave para evitar que la piel vuelva a ceder. Además, un estilo de vida saludable y evitar fumar favorecen tanto la cicatrización como la permanencia de los resultados.
Los resultados incluyen un abdomen más plano, firme y con mejor definición en la cintura. Además de la mejora estética, muchos pacientes experimentan beneficios funcionales, como una postura más erguida y una reducción de la incomodidad causada por el exceso de piel. La transformación es especialmente significativa en personas que han perdido mucho peso o han tenido varios embarazos, ya que el procedimiento no solo elimina piel y grasa sobrante, sino que también refuerza la pared abdominal. Con los cuidados adecuados, los resultados pueden mantenerse estables durante años.
La diferencia principal está en el alcance de la cirugía. La abdominoplastia estándar se centra en el abdomen frontal, mientras que la abdominoplastia extendida corrige áreas adicionales como los flancos y, en algunos casos, la parte baja de la espalda. Esto permite una remodelación más completa del contorno corporal, ideal para quienes presentan exceso de piel más amplio.
La cicatriz es más extensa que en la abdominoplastia estándar, ya que recorre de cadera a cadera y puede prolongarse hacia los costados. Sin embargo, se coloca estratégicamente para que quede oculta bajo la ropa interior o los trajes de baño. Durante las primeras semanas se verá más visible, pero con cuidados adecuados como el uso de láminas de silicona, masajes y protección solar, se va aclarando y aplanando con el tiempo.
El costo puede variar en función de varios factores: la extensión del procedimiento, la experiencia del cirujano plástico, el hospital o clínica donde se realice la cirugía, los honorarios de anestesia y la atención postoperatoria. También influye si se combina con otros procedimientos como liposucción. Es recomendable ver el costo como una inversión en seguridad y resultados a largo plazo, priorizando siempre a un cirujano certificado y con experiencia en este tipo de cirugías.
Sí. La liposucción, especialmente cuando se realiza en zonas como flancos, espalda o cintura, complementa de manera ideal la abdominoplastia extendida. Permite eliminar depósitos de grasa resistentes que no se corrigen únicamente con la resección de piel, logrando una silueta más definida y estilizada. Aunque la recuperación puede ser un poco más prolongada cuando ambos procedimientos se combinan, los resultados suelen ser más armónicos y satisfactorios.
El Dr. Allan Ceballos Pressler, cirujano plástico en Guadalajara, es reconocido por su enfoque en resultados naturales y seguros. Con más de 15 años de experiencia, se ha consolidado como un especialista que combina arte, precisión quirúrgica y cuidado personalizado.
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Además, brinda atención cercana y directa, ofreciendo a sus pacientes contacto personal para resolver cualquier inquietud en cualquier momento. Su compromiso es que cada procedimiento sea una experiencia segura, transparente y con resultados que reflejen la mejor versión de ti misma.
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